7.9.15

Curso Shreemad Bhagavatam. Día 3, parte 1



En el tercer día del curso Shreemad Bhagavatam, Sri Swami Vishwananda habló sobre muchas historias de los grandes devotos de la antigüedad, reyes, sabios y jefes de familia que desarrollaron una devoción extraordinaria por Dios.


Compartiremos ejemplos más adelante en este post, pero el tema es el mismo: el Señor está siempre presente y siempre está con cada persona. A pesar de las dificultades, y no importa las purificaciones que sufrimos en el camino hacia ser conscientes del Señor, Él está con nosotros, cuida de nosotros, constantemente.


Debido a las muchas historias hermosas que Swamiji nos contó durante el curso, incluiremos las historias en dos posts.

Temas del día 3


  • Incluso algunos santos tuvieron dificultades para renunciar al mundo exterior: muchos santos, como Annamacharya, Ramadasu, aunque hubiesen nacido con gran mérito espiritual de sus vidas pasadas, tuvieron que pasar por grandes pruebas durante sus vidas. Sin embargo, cuando recibieron la Gracia, fueron Conscientes de Dios. Swamiji habló sobre esto en conexión con nuestras propias luchas en el camino espiritual: Lograr esa Gracia es por lo que hemos nacido.
  • Existen tres 'verdades': Dios, el Gurú, y vosotros. Todo lo demás es ilusión.
  • Dhruva, un príncipe niño que se convirtió en asceta: el bisnieto del Señor Brahma fue rechazado por su familia. Para alcanzar el amor de su familia, Dhruva fue al bosque a hacer intensa penitencia, y terminó ganando mucho más, la Gracia del Señor Mismo. (más abajo)
  • Rey Puranjana y la ciudad con nueve puertas: Narada Muni instruyó al Rey Prachinabarhi en el objetivo último de la vida, contándole una historia de una ciudad con nueve puertas (historia completa en el post del día 3, parte 2)
  • Comentario de la canción “Bhaja Govindam”: Swamiji habló acerca de la famosa canción de Adi Shankaracharya, de cómo una vida de recopilar conocimiento para la mente es inútil: la única actividad que liberará el alma es el canto de los Sagrados Nombres de Dios.
  • Rishabhadev: aprendimos sobre la vida de la encarnación de Dios como Rishabhadev, el fundador del jainismo, y un rey increíble que realizó un gran progreso para la humanidad como gobernante. Dejó su reino a sus 100 hijos y viajó por el mundo difundiendo enseñanzas de la grandeza del Señor. Enseñó a la gente acerca de la no violencia, del “yam” y “niyam” de la vida, el “qué hacer” y “qué no hacer”, pero que no se debe olvidar al Creador, que la gente debe rezar a Narayana porque Él es la salvación final.
  • Sabio Bharata: Bharata fue el primero de los 100 hijos de Rishabhadev. Todos los hijos eran personas virtuosas pero cuando Rishabhadev se hizo viejo y decidió dejar su reinado para comenzar el ascetismo, Rishabhadev nombró a Bharata gobernante de su Reino. Bharata gobernó durante mucho tiempo, con justicia y prudencia, antes de que él también se hiciera viejo, y se retirara al bosque. Se convirtió en un gran sabio a través de la práctica de mucha penitencia. Una vez, se encontró con una cría de ciervo sin madre, y sintiendo lástima por ella, la crió con mucho cuidado y cariño. Cuando el ciervo creció, continúo cuidándole, raramente se separaba de él. Se preocupaba tanto por él, que en el momento de la muerte de Bharata, su último pensamiento fue para este ciervo. Debido a este último pensamiento, la siguiente encarnación de Bharata ¡fue como un ciervo! Debido a la punya de sus oraciones, fue capaz de recordar su vida pasada, y su error, y renovó su enfoque en el camino espiritual, al final alcanzó al Señor.
  • El infierno y el perdón: después de escuchar sobre la caída del sabio Bharata en un nacimiento animal, Swamiji habló de los diferentes niveles del infierno, las acciones que llevan a las personas a cada nivel, y el propósito de tal sufrimiento. Swamiji recomendó (como lo ha hecho en el pasado) leer el Garuda Purana, ya que habla de este tema muy a fondo. Dio una breve explicación de cada nivel, y habló sobre la importancia de buscar el perdón y la expiación: si estáis enfocados en la devoción a Narayana y os arrepentís de cualquier pecado que hayáis cometido, ese arrepentimiento se convierte en expiación. (más en el post, día 3, parte 2)
  • Achamila: un brahmán que vivió de acuerdo con todas las normas propias de la vida, cayó en un estilo de vida pecaminoso. Por “accidente”, con su último pensamiento antes de la muerte, llamó a su hijo a quien había llamado Narayana. A través del santo Nombre del Señor, recibió una segunda oportunidad en la vida, y esta vez, alcanzó el cielo.




 
Dhruva, un brillante ejemplo de Bhakti:

Dhruva nació en una familia real, como nieto de Swáyambhuva Manu, el primer ser humano de este mundo, y bisnieto del Señor Brahma. El padre de Dhruva, el Rey Uttanapada, tuvo dos mujeres: Suniti y Suruchi.

La Reina Suruchi, la favorita del rey, tuvo un hijo llamado Uttama, y la Reina Suniti tuvo a Dhruva.

Una vez, Dhruva vio a Uttama sentado en el regazo de su padre, y tuvo el deseo de sentarse allí también. Empezó a subir al trono para unirse a su hermanastro, cuando la reina Suruchi lo detuvo y lo despreció por intentarlo. Ella le explicó a Dhruva que por haber nacido de la reina desfavorecida del rey, nunca sería digno de estar al lado de su hermanastro en el regazo de su padre (en el trono del rey).



Dhruva estaba muy herido, y se fue a su madre para buscar una solución a su dolor. Ella le dijo que, a pesar de la punzada de las palabras de la reina Suruchi, Dhruva no podría solucionar esto yendo al rey o a ella. Le sugirió que debería ir a hacer penitencia, orar al Padre de todos, Narayana.

Dhruva dejo el palacio para ir al bosque a hacer penitencia. Tenía sólo cinco años de edad. Se sentó en el desierto, y comenzó a cantar: “Om Namo Bhagavate Vasudevaya”.

                    

Devarishi Narada, que había oído la noticia sobre el pequeño príncipe, se acercó a él, y le advirtió que estaba en un viaje insensato que no podía completar. ¡No era más que un niño pequeño! Su atención debía centrarse en ir a través de las cuatro etapas de la vida, los cuatro ashrams, pero aquí, había saltado directamente a la última etapa, la renuncia al mundo en la búsqueda de lo Divino, y ¡estaba intentando completar lo que muchos yoguis no habían sido capaces de lograr después de muchas vidas de penitencia dura!
 
Narada dijo que debía renunciar, volver al reino, y que debía intentar este camino cuando fuera mayor.

Dhruva respondió con respeto a Narada, que estaba decidido a completar el camino que había elegido. Pidió al Devarishi que le enseñará como alcanzar la Gracia del Señor.

Narada, tocado por la resolución del muchacho, instruyó a Dhruva en la forma de cantar los Nombres Divinos. Dhruva comenzó de inmediato, y con una atención intensa, alcanzó un gran estado de meditación en el Señor, en un tiempo muy corto.

Por su penitencia, incluso los devas, incluyendo Indra, el rey de los devas, se pusieron nerviosos. Imaginó que Dhruva estaba haciendo mucha penitencia para dominar a los devas. Al ver esto, Narayana Mismo les explicó que los motivos de Dhruva eran puros, si quisiera alguna ganancia material, estaría orando a Brahma o Shiva en su lugar. 
 
                     
 
Por fin, Bhagavan, al ver la intensidad de su amor, apareció frente a él y lo bendijo. Y Mahavishnu tomó a Dhruva en Su regazo. Así Dhruva estaba en éxtasis. Tuvo está gran alegría dentro de él.

Ayer dije que una vez crecéis, uno no llora por Dios, ¿no? Sólo el niño llora. Cuando el niño nace, lo primero que hace es empezar a llorar: “Oh, Dios mío, estoy de vuelta, de nuevo, en este mundo”, ¿no? Y el niño, no necesita hacer nada. Sólo tiene que llorar y la madre correrá y el padre correrá y automáticamente sabrán. Lo mismo con Dios. Aquí Él decía: “Ahora que habéis crecido, estáis tan orgullosos de que sabéis tanto”. Él dice: “No, ¡suéltalo! ¡Sé como un niño!”.


En la Biblia Cristo decía: “Para entrar en el Reino de Dios tenéis que ser como un niño”. Él decía aquí: “¡Sed de nuevo como un niño, llorad por Él, llamadlo a Él!”. Cuando Él escuche vuestra sinceridad, cuando oiga vuestro verdadero clamor, desde dondequiera que esté… sabéis, puede estar en Vaikunta, Goloka, donde quiera que esté... Él vendrá. Pero ese llanto tiene que tener bhakti dentro. Tiene que tener este anhelo interior. Esto es lo que le va a empujar. Esto es lo que le va a secuestrar desde donde quiera que esté. Ya sabéis, es tan fácil. Sólo tenéis que llorar con devoción. Tenéis que llorar con amor.

                                 

Mahavishnu bendijo a Dhruva poniendo su concha en la mejilla del chico. Después de haber alcanzado esta Gracia del Señor, Dhruva regresó al reino. Su padre había estado en un gran estado de arrepentimiento, pensando en cómo había tratado a su propio hijo, sin compasión, y había enviado al ejército para buscar a Dhruva mientras estaba meditando. Swamiji relacionó el regreso de Dhruva con la historia bíblica del hijo pródigo.

Al regresar a casa, Dhruva fue a ver a su padre y a su madrastra, y se postró a sus pies, fue debido a sus acciones que marchó y recibió la Gracia del Señor.

Más tarde, Dhruva fue coronado rey, y su padre se fue al bosque para hacer meditación y penitencia. Dhruva pasó por batallas con demonios y yakshasas, recibió una bendición de kubera, y gobernó el reino con piedad y devoción durante muchos años. Durante todo el tiempo, estaba tan arraigado al nombre de Narayana que nada podía moverlo.

Al final de la vida de Druva, el Mismo Narayana vino a recibirlo. Suniti, la madre de Dhruva, alcanzó el cielo. A través de la bendición de Brahma, a Dhruva se le dio el lugar de la estrella del norte, la “estrella polar” del cielo del norte, todas las otras estrellas girar a su alrededor.

Swamiji habló sobre esta historia como un recordatorio para que alcancemos la Consciencia de Dios. Una vez que se alcanza, nada puede movernos.




Más historias del día tres, segunda parte ¡muy pronto! :)

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