3.9.15

Curso Shreemad Bhagavatam. Día 2




El segundo día del curso Shreemad Bhagavatam con Sri Swami Vishwananda estuvo lleno de historias de Avatares y devotos; encarnaciones del Señor y devotos que centraron sus mentes y corazones en Ellos.

En este punto del libro sagrado, fuimos guiados para aprender sobre la destrucción de la familia de Krishna y los Pandavas, el inicio de Kali Yuga, y la aparición de Varaha, la encarnación del jabalí, de Mahavishnu. En cada historia, llegamos a ver atisbos de la joya del Bhakti a través de las explicaciones de Swamiji, cómo cada dilema señala el camino para que las personas se entreguen al Señor. No importa lo terrible que cada una de estas situaciones pueda parecer, vemos en cada una que es Dios quien ha planeado cada detalle para la elevación de cada alma.

Temas del Día 2
  • La muerte de Bhisma, abuelo de los Pandavas: nos enteramos de cómo incluso en la intensa emoción de los 18 días de la guerra en el campo de batalla de Kurukshetra, Bhisma nunca disminuyó la concentración de su mente en Krishna.
  • La doble maldición del clan Yadhava: la broma pesada del hijo de Krishna, y el dolor de una madre por la muerte de sus 100 hijos, ambos resultados de maldiciones mortales sobre todo el clan Yadhava, el clan del Señor Krishna y los Pandavas.
  • La aparición de Varaha y su batalla con el demonio Hiranyaksha: Hiranyaksha y su hermano, Hiranyakashipu, en realidad eran encarnaciones de los dos guardianes de los cielos, Jaya y Vijaya. Hiranyaksha fue el primero de los dos en crear una gran calamidad en la tierra (sumergió el mundo entero bajo el agua, hasta que Narayana respondió a las oraciones).
  • La entrada de Kali Yuga en el mundo, y la maldición del rey Parikshit: aquí vimos al gran sabio y rey Parikshit encontrarse con una escena violenta, mientras estaba en el bosque, un hombre estaba torturando a un toro. Este hombre era kali Yuga, la Era del Vicio, y el toro era el Dharma, la realización del deber y la justicia. Kali Yuga rogó al rey en busca de refugio en su reino, y el rey tuvo misericordia de él. Sin embargo, una vez que a Kali Yuga se le dio refugio, comenzó a afectar la mente del rey Parikshit con negatividad. El Rey viajó para visitar el ashram de un sabio, y bajo la influencia de Kali Yuga, insultó al sabio. El hijo del sabio se enojó, y maldijo al rey Parikshit a morir de una mordedura de serpiente antes de terminar siete días.
  • La forma en la que el rey Parikshit eligió vivir durante sus últimos siete días de vida: después de enterarse de la maldición, el rey Parikshit le pidió a su Gurú instrucciones sobre cómo debía pasar su tiempo restante. Su Gurú lo dirigió a Sukadev Goswami, para escuchar las glorias del Señor en la forma del Shreemad Bhagavatam, lo que el Rey Parikshit hizo.

                  


       

La muerte de Bhisma
El gran mayordomo del reino Kaurava-Pandava, Bhisma, en realidad era un hijo del río sagrado Ganges y el rey Shantanu. La historia de su vida es una historia maravillosa: era un guerrero extremadamente dotado desde una edad temprana, tomó un voto de brahmacharya para ayudar a su padre, y aprendió el arte de la guerra de Parasurama, la sexta encarnación del manejo del hacha de Lord Vishnu, que incluso fue derrotado en un duelo de 23 días. Sobrevivió a sus dos hermanastros, y se ocupó del reino con sabiduría y justicia mientras los nietos de los hermanastros, los Pandavas y los Kauravas, maduraban.

Como alma nacida divinamente, tenía el don de morir en el momento que eligiese. Esta bendición, combinada con sus grandes habilidades como guerrero, hacían de él una figura extremadamente intimidante en el campo de batalla. Sin embargo, a pesar de la gran sabiduría y justicia de Bhisma como persona, estaba atado por un juramento a servir a quienquiera que fuera el gobernante del reino. En el momento de la guerra de Kurukshetra, este era el rey ciego Dhrtarastra: el padre de los Kauravas, los enemigos de los Pandavas.
Los Pandavas pidiendo permiso a Bhisma para luchar contra él en la guerra de Kurukshetra. Les deseó la victoria.

A causa de su juramento, Bhisma estaba obligado a luchar en contra de los Pandavas, aunque simpatizaba con ellos. Hizo un voto de no matar a ninguno de los Pandavas, que mantuvo para consternación del mayor de los Kaurava, Duryodhan. Duryodhan desafió a Bhisma muchas veces, diciendo que su afecto por los Pandavas le hacia ineficaz como general del ejército Kaurava. Sin embargo, Bhisma era el mayor apoyo que los Kauravas tenían: mientras Bhisma estuvo activo en la batalla, los 100 hermanos Kaurava permanecieron ilesos en la lucha.
 
Después de varios días de enfrentamientos, ambas partes se dieron cuenta que estaban a la par, y que la batalla no se resolvería. Krishna sugirió a los Pandavas que fueran a pedir consejo a Bhisma sobre la manera de poner fin al conflicto. Bhisma dio voluntariamente el consejo a los Pandavas sobre la forma de derrotarlo, y al día siguiente según su propia sugerencia, Bhisma fue derrotado.
Arjuna y Bhisma luchando en la batalla
Bhisma, caído.
El anciano caído ni siquiera estaba tocando el suelo debido a las muchas flechas que Arjuna había disparado contra él. A pesar de esto, todavía no estaba muerto, él tenía el don de morir en el momento de su elección. Los ejércitos de ambos bandos vinieron a llorar al anciano caído. Arjuna organizó flechas debajo de la cabeza de Bhisma como almohada, y luego disparó una flecha en la tierra con tanta fuerza que una fuente de agua se disparó de tal manera que Bhisma no tuviera sed bajo el caliente sol.

Durante el curso Shreemad Bhagavatam, Sri Swami Vishwananda habló de la grandeza de la devoción de Bhisma hacia Krishna:

Verso 9.39
śrī-Bhīṣma uvāca
vijaya-ratha-kuṭumbha Atta-totre
dhṛta-haya-raśmini tac-chriyekṣaṇīye
bhagavati ratir astu me mumūrṣor
ñame iha nirīkṣya Hata gataḥ sva-rūpam

Bhisma dijo: “En el momento de morir mi concentración está en Él (Krishna). Sólo puedo verle a Él. Me siento atraído hacia Él. Como un imán me está tirando hacia Él. Concentro mi mente en el carro conducido por Arjun que estaba con un látigo en Su mano derecha, una brida en Su izquierda, que era muy cuidadoso para dar protección al carro de Arjuna por todos los medios. Aquellos que lo vieron en la Batalla de Kuruksetra alcanzaron su forma original después de la muerte”.
 
Por lo tanto, Bhisma decía que aquellos que vieron a Krishna mientras morían en el campo de batalla, todos alcanzaron su verdadera forma. No eran meras personas. Eran devas que habían venido para poder tener una visión del Leela del Señor, sabéis, para poder participar con Él. Aún siendo un soldado, de estos 4 millones de personas, sólo tener una visión de Él es suficiente. Esa visión en sí los liberó, los hizo libres.


Aquí decía que: “Mi concentración, mi mente, me concentro en el conductor de Arjun”. Así que, como veis, cuando la batalla estaba sucediendo todo el mundo estaba… ya sabéis, habéis visto Mahabharata; todo se movía de izquierda a derecha y todo el mundo corría en grandes carros por todas partes. La concentración de todo el mundo era: “Iré y mataré a ese, iré y mataré a ese, iré y mataré a ese”. Incluso los Pandavas corrían de izquierda a derecha. ¿No? Bhisma no, en todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, todo el hulchul, todo el movimiento que estaba sucediendo alrededor, de izquierda a derecha, ni una sola vez su mente estaba lejos de Krisna. Su mente no decía: “¡Oh Dios mío, Arjun está viniendo a por mí ahora!”, o “Bhisma ¿qué esta sucediendo?, Duryodhan ¿dónde estas?”. Él tenía que cumplir con su deber. Como general del ejército tenía que cumplir con su deber.

Pero cuando estaba en el campo de batalla sus ojos estaban siempre en Krishna, ni siquiera en Arjun. Su mente estaba centrada solamente en Krishna. Por lo tanto, ¡qué grandeza!, sabéis. Cómo explicó, cómo decía que en Su mano derecha sostenía el látigo, en Su mano izquierda sostenía la cuerda, sabéis, y qué cuidadoso es para proteger a Arjun. ¡De qué forma está sentado dentro del corazón de cada uno! Él está allí. El auriga está guiando el carro.

Para aquellos que son plenamente conscientes, como dije ayer, sabéis, Él os echa fuera y toma posesión. Esto es lo que hizo en Mahabharata, sabéis. Él eligió ser el auriga, ¿no? ¡Porque Él es el auriga del corazón de cada uno! Él es el que está guiando y Él es el que está haciendo todo en el interior. Él no sólo es el que está conduciendo el carro en Kurukshetra hace cinco mil años. No. Incluso ahora Él es el que está dentro del corazón. Y es el que es el carro, este cuerpo, es el que da el poder, es el que está controlando este cuerpo.

Así que, aquí Bhisma decía: “Aquellos que le han visto en Su aspecto físico, aquellos que se encontraron cara a cara con Él después de su muerte alcanzan nuevamente su aspecto original”. Incluso Duryodhan, era sólo Su juego. Todos los Kauravas eran sólo Su juego. Porque Él es Dios. Si Dios estuviese limitado por algo, entonces no podría ser Dios, ¿no? Bhisma decía: “Daros cuenta de esto, para que al morir podáis tener la visión de Él”. Si morís teniendo una visión de Él seréis completamente libres, a menos que Él lo quiera de manera diferente. [La audiencia se ríe].
 

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