El sábado 17 de
enero Swamiji dio un Satsang en Tokio, en el Estudio de Yoga “Zen”.
Aproximadamente setenta personas se apretujaron en una estancia bastante
pequeña, para terminar creando una atmósfera muy acogedora. Muchos de ellos
habían estado también la víspera en el Concierto y Darshan, y ¡estaban ansiosos
por continuar su recién estrenada conexión con Swamiji!
Anuprabha estuvo
ayudando a algunas de las matajis japonesas a ponerse sus tilaks, explicándoles
su significado, ¡y todas estaban muy emocionadas!
Swamiji comenzó el
Satsang solicitando a los devotos que participaran en los bhajans y que
cantaran. De hecho, les pidió que cantaran para Él una canción japonesa
espiritual. Le complacieron gustosos cantándole un par de preciosas canciones a
las que todo el mundo se unió.
Lo que
originalmente se planificó como un Satsang de dos horas, ¡terminó durando
cuatro! Swamiji abordó muchas preguntas haciendo referencia a Japón como país y
al papel que su gente tendrá en esta Nueva Era del Despertar. Swamiji dijo que
la gente de Japón no debería olvidar sus raíces, y que debería honrar y
conservar su rica cultura. Ésta les ha enseñado importantes valores que son muy
beneficiosos en el camino espiritual. Dijo que Japón serviría como un ejemplo
de disciplina y dedicación para el resto del mundo.
Posteriormente,
surgió una pregunta acerca de controlar la rabia que uno tiene. Swamiji dijo
que si supiéramos la cantidad de energía que gastamos al enfadarnos, todos
nosotros ¡lo pensaríamos dos veces antes dar cancha a nuestra rabia! ¡Nos
cuesta luego muchísimo recuperar toda esa energía perdida! La clave para
superar nuestra rabia es la elección. Swami nos recordó que todos tenemos un
momento, justo antes de que la rabia estalle, en el que se nos da la
oportunidad de escoger entre, bucear de cabeza en el drama de la situación, o
permanecer fuera. Ésa elección es la llave de nuestra paz y nuestra
transformación.
Después de que los
devotos congregados recibieran esta inestimable sabiduría, Swamiji se reunió
con algunos de ellos para cenar en un restaurante indio cercano, y pasó bastante
tiempo hablando a los entregados devotos, y compartiendo Su amor con todos
ellos.
Fue un día largo,
pero tremendamente entretenido para todos nosotros. Al día siguiente Swamiji
conduciría su comitiva a la Provincia de Nagano, así que, ¡estad sintonizados
para el siguiente reporte de ese gran exitoso viaje!
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