9.10.14

Sri Swami Vishwananda comenta el Guru Gita ~ 6ª Parte (final)


El noveno día de Navaratri, Sri Swami Vishwananda concluyó su comentario del Gurú Gita, cubriendo los versos 155-182. He aquí un extracto de sus comentarios:



VERSO 156

Guruputro varam moorkhas,
         tasya siddyanti naanyathaa;
        Shubhakarmaani sarvaani,
            deekshaa vrate tapaamsi cha.


«Aquí Bhagavan Shankara está diciendo cuán importante es para el bhakta entregarse a los Pies del Maestro, entregarse completamente a la Voluntad del Maestro. No necesitan hacer nada. Sólo concentrándose, meditando en la Forma del Maestro, cantando Su Nombre, ¡uno alcanzará todo! Así que, los devotos que se entreguen al Gurú serán exitosos en sus vidas.


Hay una historia sobre Trotakacharya. Su nombre era Giri. Giri era un humilde y devoto discípulo de Adi Shankaracharya. Y el deber que se le había asignado era el de lavar las ropas de Adi Shankaracharya. Mirad, Adi Shankaracharya solía hablar cada día, a una hora determinada, acerca de los Shastras, los Puranas, las Escrituras”.


Un día Giri estaba lavando las ropas de Adi Shankaracharya y la clase empezó. Cuando la clase empezó, todos los estudiantes, todos los devotos del Gurú, Adi Shankaracharya, empezaron a correr para escuchar la clase. A la vez que la gente corría para escuchar la clase, se iban riendo de Giri diciendo: “¡qué tonto eres! ¡Estás lavando las ropas del Maestro mientas el Maestro está hablando!”. Empezaron a burlarse de él, ridiculizándole.


Adi Shankaracharya se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Así que, mientras Giri estaba lavando las ropas, surgió un flash espontáneo en su mente. Debido a esa Gracia que fue transmitida por el Gurú a Giri espontáneamente, todo el conocimiento de las Escrituras se proyectó en su mente. Él no podía entender qué estaba sucediendo dentro de sí mismo: ¿por qué de repente podía cantar grandes mantras?, ¿por qué de repente podía cantar todas las Escrituras? Así que, corrió rápidamente a los Pies de Adi Shankaracharya y, según abrió la boca, todos los versos que el Gurú había explicado salieron de su boca automáticamente. Hasta los versos más difíciles le resultaron muy fáciles de pronunciar.


Viendo eso, los otros estudiantes estaban impactados: “¿pero, y eso?”. Y en ese momento se dieron cuenta que el Seva hacia el Gurú es lo más importante. Si el Gurú le dice a uno que haga algo, no debería ni siquiera pensar en otra cosa, más que en hacer aquello que el Gurú le ha pedido que haga.


Hay una historia similar en la vida de Kabir. Hubo un incidente en su vida en el que todos sus discípulos se juntaron y le preguntaron a Kabir: “Maharaj, dinos por favor quién es tu devoto más grande”. Así que Kabirji señaló a su hijo y dijo: “Kamal es mi bhakta más grande, mi verdadero discípulo”. Así que todo el mundo se preguntaba: “¿por qué Kabirji está diciendo que Kamal es su discípulo principal?”.


Kabir podía leer sus mentes, así que, aunque el sol estaba brillando, le dijo a su hijo Kamal: “Kamal, se me ha caído la aguja mientras estaba cosiendo. ¿Podrías por favor acercarme la lámpara para que la pueda buscar?”. Rápidamente, Kamal fue a por la lámpara y se la trajo al Gurú. Kabirji no dijo nada. Después preguntó a su hijo: “Kamal, hoy vienen varios devotos y me gustaría que cocinaras algo de prasad para ellos. Vete y cocina rápido algunos ladoos dulces, pero, en vez de azúcar, ponle un puñado de sal”. Kamal lo hizo sin cuestionárselo. Mientras tanto los otros observaban cómo Kamal estaba obedeciendo a su Gurú sin ninguna pregunta.


Entonces Kabir les dijo a sus devotos: “¿vosotros no creéis que Kamal sabía que mis comentarios eran ridículos? ¿No pensáis que él sabía que cocinar un plato dulce y ponerle sal lo iba a arruinar? ¿No os dais cuenta que él sabía que el sol está brillando y que puedo ver dónde está la aguja? Pero, así y todo, él tomó la orden del Gurú sin cuestionarse nada.


Así que, en el momento que uno medita, en el momento en el que uno acepta la orden del Gurú sin preguntarse nada, en ese momento, la meditación sincera sucede espontáneamente. Y es también por ver ésa dedicación que el Señor Mismo da Darshan a sus bhaktas.


Así que éstas son dos historias que muestran que incluso un tonto que está dedicado al Gurú con completa devoción, aunque no haga mucho, solamente por tener gran reverencia al maestro, ¡tendrá todo!».




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