Día 10/12 | Visita a Barsana, lugar
de nacimiento de Srimati Radharani
El día comenzó con oraciones de la mañana y Giridhari abhishekam. Luego, tan pronto como terminó, Guruji cambió los planes e intercambió los programas de la mañana y la tarde. Eso significaba que teníamos satsang con Swami Revatikaanta por la mañana y el viaje a Barsana por la tarde.
Swami comenzó su cuarta conferencia contando la historia que precedió al Raas Leela: el mes de penitencia de las gopis a Maa Katyayini y Krishna robando sus ropas mientras se bañaban. Destacó cómo, sin ningún sentido de competencia o celos, las gopis oraron juntas para lograr el mismo objetivo, mostrándonos los principios correctos de la sangha. Cuando el ayuno llegó a su fin, Krishna viene a responder a sus oraciones y Él les plantea una prueba final. Robando sus ropas mientras se bañaban en el río, Krishna exigió que salieran desnudas y le reclamaran sus ropas. ¡Las gopis discutieron y razonaron, tratando de hacer que Krishna se sintiera culpable e incluso amenazándolo! Pero Krishna estaba impasible. Las gopis fueron capaces de superar todas las inseguridades, todo sentimiento de vergüenza y se entregaron. Complacido, Krishna les concede su deseo y el otoño siguiente, experimentarían el Raas. Al final de la charla, Guruji y Swami Paranthapa también dieron charlas cortas. Swami Paranthapa habló sobre la forma en que la sociedad mundana nos cría para oponernos a la libertad espiritual. Desde nuestra infancia, hasta la universidad y más allá, se nos dice qué hacer, qué pensar y qué desear, pero todo este control no está diseñado para llevarnos a la liberación, sino que nos mete más profundamente en Maya. Guruji luego habló sobre cómo, en última instancia, todo lo que hacemos en nuestro camino espiritual es alcanzar Prem. Pero prefiere no hablar sobre Prem, ni siquiera hablar sobre cómo se siente acerca de Su relación con Sus devotos, porque entonces parecerá ser limitado. Pondremos Prem y nuestra relación en un "cajón" en lugar de dejarlo en su naturaleza ilimitada.
Después del almuerzo, el grupo se dirigió a Barsana, el lugar de nacimiento de Srimati Radharani, aunque esta vez sin Guruji, mientras se quedaba en casa para descansar un poco. Fue un largo viaje en autobús, pero después de llegar, los peregrinos se unieron a las oraciones del templo y el arati a Radharani. Se reunieron con Binod Bihari Das, un querido amigo de Guruji, quien estaba triste porque Guruji no había viajado a Barsana. Los devotos regresaron a casa, pero solo llegaron alrededor de las 10:30 pm y aún tenían que despedirse del satsang con Guruji y la cena.
Después de una cena rápida, Guruji vino y dijo que fue maravilloso pasar todos estos días juntos. Instó a los devotos a no dejar que estos momentos pasados juntos se desperdicien al olvidarlos. Es por nuestros recuerdos que cultivamos lo que recibimos y por eso nos pidió que recordáramos las historias y los lugares que visitamos para no perder nunca la dulzura de Vrindavan cuando volvamos a casa. Guruji les recordó a todos que no todos pueden llegar a Braj. Solo con el permiso de Radharani se puede ir, pero como Ella nos ha dado su permiso a todos nosotros, entonces deberíamos venir con la mayor frecuencia posible. Guruji terminó diciendo dulcemente que las puertas de Vrindavan estaban abiertas para nosotros. Guruji luego distribuyó un mala como regalo a todos los peregrinos, mientras que los devotos compartieron sus testimonios sobre su vida con Guruji, especialmente una pareja de residentes de Sri Giridhar Dham, quienes hablaron de la inmensa Gracia de tener la oportunidad de vivir y servir en Vrindavan.
Cuando los testimonios terminaron alrededor de la 1:30 am, le dijeron a nuestro grupo que teníamos que estar listos para salir del ashram ¡¡mañana por la mañana a las 6:15 am!! Nos dirigiríamos a Radha Kund y Govardhan y para hacerlo tendríamos que partir muy temprano. Los devotos se apresuraron a irse a la cama, pero tan cansados como estaban, el amor y la felicidad que todos disfrutaban eran abrumadores.
¡Permaneced atentos para más mensajes mientras nosotros “Seguimos al Maestro” en una peregrinación a lo Divino!
¡Jai Gurudev!
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