31.3.20


DIGNO DEL AMOR DE DIOS
PREGUNTAS Y RESPUESTAS EN VIVO DESDE EL ASHRAM EN VRINDAVAN, SHREE GIRIDHAR DHAM, 23 Marzo 2020
En el Satsang de hoy en la transmisión en vivo, Paramahamsa Vishwananda continuó su sesión de preguntas y respuestas, que ahora se está volviendo muy popular, con cada vez más personas en todo el mundo sintonizando.

¡Jai Gurudev a todos!


P: Has dicho que es posible librarse de los deseos, pero ¿es posible deshacerse del recuerdo de estos deseos y disfrutarlos?
R: Bueno, veréis, algo que no apreciáis… no seguís pensando en ello. Cuando no os gusta algo, fácilmente lo olvidáis. Así que, con los deseos pasa lo mismo. Tenéis un deseo dentro de vosotros, y ya se cumpla o no, para seguir recordándolo os hacéis miserables a vosotros mismos.
Muy a menudo las personas dan la vida por sentado. Las cosas buenas de su vida las olvidan fácilmente. No cuesta hacer eso. Pero luego languidecen detrás de pensamientos que no son para que se cumplan y siguen aferrados a eso.
No entiendo por qué las personas tienen que sentirse realmente miserables e infelices por ciertos pensamientos de un deseo. Es cierto que los deseos están ahí, por lo que algunos de los deseos se cumplirán y otros no. ¿Por qué no se cumplen? Porque no lo necesitáis en vuestra vida. Si lo necesitarais en vuestra vida, una vez que se cumple, lo dais por sentado y luego avanzáis, pero aun así os volvéis infelices. Vuestra naturaleza no es la de ser infelices. Vuestra naturaleza es ser felices. Si seguís trayendo estos pensamientos... porque los pensamientos son así; si os permitís pensar, os permitís traer recuerdos pasados, cuando ni siquiera ya están allí. Si os sentáis y os analizáis a vosotros mismos, veréis que la mayoría de las veces cuando hablamos de deseos incumplidos, el pensamiento en sí mismo, lo traéis vosotros.
Por lo tanto, no invitéis a estos ‘invitados no invitados’. Una vez que estos invitados no invitados se hayan ido, dejadlo ahí. No necesitáis traerlos una y otra vez y volveros miserables e infelices.
P: ¿Por qué nos sentimos tan indignos del Amor de Dios?
R: Veréis, decimos que Dios es amor, pero ¿podemos manejar este amor? Cuando tomamos, por ejemplo, a los santos, se consideran indignos de este amor debido a su humildad. Pero muy a menudo tenemos una cierta noción de que no somos dignos del Amor de Dios debido a la educación.
Muy a menudo en Occidente os dicen que debéis temer a Dios. No os dicen que améis a Dios. Decidme, ¿qué religión os dice que améis a Dios y que tengáis una relación con Él? Cuando hablamos de religión, vemos que la mayoría de las religiones os dicen que le temáis, que debéis temerle, y cuando le teméis, realmente podéis inclinaros ante Él y realmente servirlo. ¡No es verdad!
Dios es esta dicha, esta bola de Amor; ¿Cómo podéis temerle? Podéis abrazar este Amor y disfrutarlo, pero cuando comenzáis a pensarlo, por supuesto, debido a vuestra educación, os resulta difícil amar a Dios porque veis toda vuestra negatividad. El proceso de la mente es así.
Cuando hablamos de Amor, lo primero que surge dentro de la mente son todas vuestras cualidades negativas sobre vosotros mismos, y cuando vuestras cualidades negativas surgen dentro de vosotros, veis vuestra indignidad: “Entonces, ¿cómo puedo ser digno de algo que es Supremo, algo que está más allá?”. Pero toda la esencia de quiénes sois es que sois parte de ese Amor de Dios. Esta es vuestra verdadera naturaleza, lo queráis o no; vuestra Atma en su calidad es esa parcela de esa Divinidad dentro de vosotros. Entonces, vuestro Ser en sí mismo es parte de ese Amor. Ya sea que penséis que sois dignos o no, SOIS una entidad de ese Amor.
¿Sabéis?, en el capítulo 14 del BG al principio, Bhagavan Krishna le dijo a Arjuna, apítulo 14, verso 1: “Te estoy dando una y otra vez este conocimiento por el que los sabios alcanzan la perfección y al final de su vida llegan a Mi”.
Mirad, una y otra vez, Él se repite a Sí Mismo acerca de ese conocimiento de quiénes sois vosotros. Sois el Atma, sois una entidad de ese Amor Divino. Aquí, cuando Él dijo acerca de los sabios, Él no está hablando de los viejos con largas barbas. Él está hablando de aquellos que tienen ese conocimiento de cómo desapegarse de la realidad finita y apegarse a la realidad infinita, por lo que continuamente le recuerda eso a Arjuna. Continuamente la vida nos recuerda que somos parte de esa Divinidad, somos parte de ese Amor y tenemos que hacer todo lo posible para separarnos del ser limitado y alcanzar el Ser ilimitado.
Mientras penséis que sois limitados, seréis limitados. Pero cuando hablamos de Amor, el Amor es infinito, el Amor está más allá de cualquier límite, y esto es lo que sois, y cuando os identificáis con ese Amor, os convertís en ese Amor mismo. No es que Krishna haya dicho: “Al final de esta vida, entonces me alcanzarás”. ¡No! Mirad, cuando analizamos la vida misma, la muerte está sucediendo constantemente. Una vez fuimos niños. Cuando esa infancia está muerta, tiene lugar la edad adulta. Cuando la edad adulta desaparece, se produce la vejez. Cuando la vejez desaparece, llega la muerte. Entonces, hay muerte en cada etapa de vuestra vida, sabéis. Por ejemplo, para una madre: para que una mujer se convierta en madre, la muerte de la virginidad debe estar allí. Para que un soltero pase a grihastha, tiene lugar la muerte del soltero. Así que, en la vida tenéis muerte en muchas etapas.
No se trata de que cuándo dejáis este cuerpo sea solo cuando sois dignos de venerar a Dios y ser dignos de amarlo. Entonces, ¿de qué serviría? Él os ha dado este cuerpo físico para aprovecharlo al máximo, para construir vuestra relación con Él, y os ha considerado dignos de eso. Por eso os ha dado ese cuerpo. Pero ¿qué hacéis con eso? Estáis sentados en vuestra autocompasión y llorando, diciendo: “Oh, no soy digno de esto, no soy digno de eso”. ¡No!, ¡sois dignos! ¡Os ha hecho dignos! Él os ha llamado. ¿Cómo podéis no ser dignos? Entonces, cambiad esa percepción de decir que no sois dignos del Amor de Dios, porque sois completamente dignos de Él. Por eso Él os lo ha dado, por eso Él os ha llamado.
P: ¿Cómo podemos equilibrar nuestra vida espiritual con nuestra vida diaria con deberes, porque me parece que si uno prevalece, la otra parte de nuestra vida sufre un declive? ¿Es esto cierto?   
R: No es cierto en absoluto. Mirad, este es un concepto erróneo que muy a menudo tienen las personas espirituales. Dicen: “Cuando nos volvemos espirituales, tenemos que dejar nuestro deber diario y enfocarnos completamente en el camino espiritual”. Y eso, ¡no es cierto! Cada parte de vuestra vida es espiritual. Cualquier cosa que hagáis en vuestra vida diaria, con qué actitud lo estáis haciendo, se convierte en vuestro camino espiritual. Cuando seguís vuestro camino espiritual, no significa que debéis dejar de trabajar. Tenéis que trabajar, pero es la actitud con la que estáis cumpliendo con vuestro deber lo que es muy importante.
En el campo de batalla, cuando Arjuna estaba llorando y quejándose de que no quería pelear, Arjuna le dio a Krishna muchas excusas para huir; ¿le dijo el Señor Krishna que huyera? No, no lo hizo. ¿Qué le dijo? Dijo: “Mira, si te escapas, irás al infierno”. Esto es muy importante de entender: si uno huye de su deber en la realidad exterior, de lo que os han dado en el mundo exterior, iréis al infierno. Así que, aquí Él le está diciendo a Arjuna que si huyes del deber que la naturaleza te ha proporcionado, sufrirás.
Muy a menudo, debido a que las personas se vuelven espirituales, dicen: “Oh, mi trabajo no es bueno”. Encuentran muchas excusas para no hacer el trabajo que han estado haciendo. Por supuesto, si vuestro trabajo es matar animales y todo eso, por supuesto, eso es cuestionable. Pero, en realidad, Él no os pide que cambiéis nada en vuestra vida. Lo que tenéis que hacer es incorporarlo a lo que estáis haciendo. No se trata de escapar del deber de uno. Se trata de amarlo y realmente verlo como una gracia de Dios que Él os haya dado la oportunidad de trabajar en el campo que estéis, para Él. Así que, así no cambiaréis vuestra rutina diaria. Como Él le dijo a Arjuna: “Si huyes de ese deber, irás al infierno. Si cumples con ese deber, también irás al infierno”. Pero si ambos significan ir al infierno, ¿cómo puede ser esto posible?
Luego dijo: “Deja que tu mente e intelecto estén en Mí”. Así que, donde sea que quiera que estéis, incorporad lo Divino recitando Su Nombre, pensando en Él. No os pido que penséis las 24 horas en Él. Él sabe que no es posible, pero al menos un poco de tiempo. Tenéis tiempo para cotillear, tenéis tiempo para llamar a vuestro amado, tenéis tiempo para muchas cosas, pero encontrad unos minutos de vez en cuando para recitar Su Divino Nombre dentro de vosotros. No necesitáis recitar en voz alta. Pensad en Él, conectaros con Él, encontrad una excusa, id al baño, sentaros, meditad en Él.
Veréis, encontráis muchas excusas para hacer muchas cosas en la vida, pero tratad de encontrar excusas también para incorporar vuestro camino espiritual en vuestra vida diaria. No hay necesidad de escapar a una cueva. No es un momento para eso y, también en la antigüedad, no estaba destinado a que todos hicieran eso. Solo los sabios estaban haciendo eso. Aquellos en ese momento, los sabios con las largas barbas de los que estoy hablando… sabéis que cuando os sentáis en una cueva no hay nada para afeitaros cerca vuestro, así que naturalmente, ¡os crecerá vuestra barba! Así que, haced de vuestra vida vuestra espiritualidad.
P: En las escrituras, muchas historias revelan cómo personas con grandes egos se han convertido en santos o se han liberado después de que su ego ha sido eliminado o aplastado. Mi pregunta es: ¿qué hacer para las personas que tienen el problema opuesto, el llamado complejo de inferioridad?. ¿Cuál es su camino recomendado?
Complejo de inferioridad. Nuevamente, es muy similar a la primera o segunda pregunta que hicisteis, acerca de ser indigno. Muy a menudo nos juzgamos a nosotros mismos porque es fácil. Decimos: “Sí, amo a todos”. Sabéis, es fácil amar a todos, porque cuando decís que amáis a todos, nadie viene y os pregunta; no necesitáis involucraros realmente, solo decís: “Sí, amo a todos”. Pero cuando llegáis al momento de amaros a vosotros mismos, percibís todos vuestros defectos. Entonces os centráis en eso. Decís: “No, no puedo”.
¿Sabéis cuántas personas que he conocido dicen: "No puedo amarme a mí mismo, pero puedo amar a los demás"? ¿Cómo podéis amar a otra persona si no lo tenéis para vosotros mismos? El amor a uno mismo significa aprender a aceptaros a vosotros mismos como sois, ¿sabéis? Cuando aprendáis a aceptaros, veréis que vuestra vida misma se convertirá en una aventura. Entonces, esta aceptación significa aceptar como sois, en primer lugar. No significa que no podéis cambiar. No significa que no debáis cambiar para mejor, no, no estoy diciendo eso. Lo que digo es aprender a aceptaros como sois, lo que significa amaros a vosotros mismos. Con ese complejo de inferioridad, porque os estáis centrando tanto en el nivel tamásico de vosotros mismos, cuanto más os concentréis en eso, más no creceréis. Concentraos en algo positivo, cambiad vuestra forma de pensar sobre vosotros mismos. Eso os ayudará a elevaros por encima.
Cuando miramos a todos los sabios, los santos – estabais hablando acerca de los santos y sus vidas - uno de las santas más bellas de los que contamos la historia, es Shabari. Shabari era como la hija de jefe de tribu. En el día de su matrimonio, ella se escapó y se escapó buscando a su gurú. Viajaba a todas partes, pero nadie la aceptaba porque sabían que era una niña tribal. Se escapó la noche de su matrimonio solo para evitar el sacrificio de muchas cabras y vacas y demás por su culpa. Esto era algo tribal que hacían en ese momento. Entonces, para evitar eso, se escapó. Finalmente, fue a muchos ashrams. Los ashrams no la tomaban porque estaban asustados de que si la tomaban, sus padres vendrían y destruirían el ashram, y lucharían y todo.
Finalmente, un sabio la aceptó, y su vida diaria cambió de tener una vida muy hermosa, a una vida donde su vida diaria era solamente llevar agua y cuidar del bienestar del ashram. Nada más. Así que, el tiempo pasó. Entonces llegó el momento de que el gurú ascendiera, y ella estaba llorando y dijo: “Guruji, lo único que quiero es servirte a Ti y quiero estar contigo”.
Y Guru Maharaj lo sabía y le dijo: “No, el propósito de tu vida y el por qué has nacido aquí es encontrarte con el Señor, servirle. Él vendrá. Él ha encarnado en la Tierra en la forma del Señor Rama. Él vendrá y te dará Darshan”.
Veréis, así, a menudo no nos damos cuenta de la grandeza de nacer como un ser humano, especialmente cuando Dios le ha dado a uno la gracia de conocer Su Nombre. Shabari no conocía a Rama. Ella solo conocía el Nombre de Rama. Y eso es lo que estuvo venerando durante toda su vida. Veneraba solamente el Nombre de Rama. Y todos los días esperaba a que Rama viniera. Recogía las bayas de los árboles, preparaba las flores y el lugar donde Rama se sentaría. Simplemente el Nombre de Rama era todo para ella.
Dio la casualidad de que un día fue a buscar agua al río y, a medida que andaba, porque se la consideraba de una casta baja, los sabios que estaban cerca se vieron perturbados por ella porque hacía ruido mientras tomaba el agua del río. Entonces, uno de los sabios le arrojó una piedra. La piedra golpeó su pierna y parte de su sangre cayó al río. Cuando la sangre tocó el río, todo el río se volvió sangriento. Se fue corriendo llorando porque se sentía muy mal. Entonces, cuando los sabios vieron eso, dijeron: “¡Oh, su sangre contaminada ha contaminado todo el río!”. Así que, todos los sabios que estaban alrededor se reunieron y comenzaron a cantar muchos mantras, todas esas cosas, para purificar el agua. No pasó nada.
Finalmente, como Rama estaba en el bosque, en el exilio, escucharon acerca de Rama y dijeron: "El Señor Rama es Purushottama, Él es el Señor Supremo Mismo que ha encarnado". Fueron y le pidieron: "Por favor, agracia el lugar y purifica el río". Entonces, Rama vino con Lakshmana. Cuando Rama y Lakshmana llegaron, le pidieron a Rama: "Por favor, pon Tus Pies Divinos de Loto en el agua".
Rama dijo: "Está bien, está bien". Se metió en el agua. No pasó nada. Entonces, Rama dijo: "¿Qué debo hacer?”.
Dijeron: “¿Quizás deberías darte un chapuzón en el agua?”.
Él dijo: “Mis pies no han cambiado esa agua, ¿creéis que al darme un chapuzón cambiará algo?”.
Dijeron: “¡Por favor, por favor, por favor!”.
Entonces, Rama se dio un chapuzón en el agua, y no pasó nada.
Eran muy insistentes, estos sabios. Le preguntaron a Rama: “Por favor, ¿puedes hacer gárgaras con agua en la boca y escupirla nuevamente al agua? Tal vez eso cambie el agua del río”.
Lakshman se opuso a esa idea y dijo: "¿Cómo puedes decirle eso a mi hermano?".
Pero Rama dijo: “Está bien, cumplamos sus deseos. Ya sabes, son sabios, ya sabes, cumplamos sus deseos”. Entonces, Rama tomó un poco de agua, hizo gárgaras, la escupió en el río, y no pasó nada.
Le preguntaron: "¿Qué hay que hacer?". Estaban preocupados. Luego le contaron a Rama la historia.
Cuando Rama escuchó hablar de Shabari, veréis, esa conexión entre el amado Señor y el amado, el amante y el amado, es única. Ese anhelo, que Shabari tenía durante todos estos años desde que era joven hasta ahora como una anciana, ese anhelo por Rama no había cambiado. Bhagavan, cuando escuchó este nombre de Shabari, se llenó de bhav y saltó alrededor y dijo: “¡Por favor, traedme a Shabari!”.
Dijeron: “¿Cómo podemos llevarte a la casa de esta dama inferior? Ella es de una casta muy baja, muy... ya sabes, anciana, mala, ¿cómo vamos a traértela?
Él dijo: “¡No!, ¡necesito verla!”.
Entonces, dijeron: “Está bien”. Llamaron a Shabari y le enviaron un mensaje. Entonces, cuando Shabari escuchó que su amado Señor estaba cerca, corrió como una loca hacia su amado Señor. Mientras corría, un poco de polvo de sus pies cayó al agua. En el momento en que el polvo tocó el agua, todo el río se purificó.
Es muy importante ver esto. Ella se había considerado indigna, pero Bhagavan nunca la había considerado indigna. Vosotros os consideráis inferiores, pero Dios os ha dado este cuerpo físico, Él os ha convertido en devotos, Él os ha dado Su Nombre Divino porque Él os considera importantes a Sus ojos.
Cuando Shabari llegó al Señor Rama, se tiró a los Pies de Rama y Rama estaba encantadísimo de ver a Shabari.
Los sabios no podían entender lo que había pasado, ¿cómo es que el polvo de los pies de Shabari había purificado todo el río cuando el mantra y su conocimiento y su supuesta devoción no podían? ¡Incluso el mismo Señor Rama no había podido! Entonces, le preguntaron al Señor Rama qué había pasado. El Señor Rama explicó que cuando golpearon a Shabari, la sangre que había caído al agua no era la sangre de Shabari. En realidad era la sangre de Su corazón y el polvo de tal devota había purificado esa sangre. Rama no pudo purificarlo Él Mismo. Pero el simple polvo de esta devota misma lo había purificado.
Así que, Dios ha visto algo más profundo dentro de vosotros. Dejad que vuestra mente se absorba en esa parcela de divinidad que está dentro de vosotros, esa dignidad de Su Amor dentro de vosotros. Si os consideráis inferiores o superiores, no importa. Lo más importante es que vuestra mente esté absorta en Su Nombre Divino.
¡Jai Gurudev a todos!

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