DIGNO DEL AMOR DE DIOS
PREGUNTAS Y RESPUESTAS EN VIVO DESDE EL ASHRAM EN VRINDAVAN, SHREE GIRIDHAR DHAM, 23 Marzo
2020
En el Satsang de hoy en la transmisión en vivo, Paramahamsa Vishwananda
continuó su sesión de preguntas y respuestas, que ahora se está volviendo muy
popular, con cada vez más personas en todo el mundo sintonizando.
¡Jai Gurudev a todos!
P:
Has dicho que es posible librarse de los deseos, pero ¿es posible deshacerse
del recuerdo de estos deseos y disfrutarlos?
R: Bueno, veréis,
algo que no apreciáis… no seguís pensando en ello. Cuando no os gusta algo, fácilmente
lo olvidáis. Así que, con los deseos pasa lo mismo. Tenéis un deseo dentro de
vosotros, y ya se cumpla o no, para seguir recordándolo os hacéis miserables a
vosotros mismos.
Muy a menudo las
personas dan la vida por sentado. Las cosas buenas de su vida las olvidan fácilmente.
No cuesta hacer eso. Pero luego languidecen detrás de pensamientos que no son
para que se cumplan y siguen aferrados a eso.
No entiendo por
qué las personas tienen que sentirse realmente miserables e infelices por
ciertos pensamientos de un deseo. Es cierto que los deseos están ahí, por lo
que algunos de los deseos se cumplirán y otros no. ¿Por qué no se cumplen?
Porque no lo necesitáis en vuestra vida. Si lo necesitarais en vuestra vida,
una vez que se cumple, lo dais por sentado y luego avanzáis, pero aun así os
volvéis infelices. Vuestra naturaleza no es la de ser infelices. Vuestra
naturaleza es ser felices. Si seguís trayendo estos pensamientos... porque los
pensamientos son así; si os permitís pensar, os permitís traer recuerdos
pasados, cuando ni siquiera ya están allí. Si os sentáis y os analizáis a
vosotros mismos, veréis que la mayoría de las veces cuando hablamos de deseos
incumplidos, el pensamiento en sí mismo, lo traéis vosotros.
Por lo tanto, no
invitéis a estos ‘invitados no invitados’. Una vez que estos invitados no
invitados se hayan ido, dejadlo ahí. No necesitáis traerlos una y otra vez y
volveros miserables e infelices.
P: ¿Por
qué nos sentimos tan indignos del Amor de Dios?
R: Veréis,
decimos que Dios es amor, pero ¿podemos manejar este amor? Cuando tomamos, por
ejemplo, a los santos, se consideran indignos de este amor debido a su
humildad. Pero muy a menudo tenemos una cierta noción de que no somos dignos
del Amor de Dios debido a la educación.
Muy a menudo en
Occidente os dicen que debéis temer a Dios. No os dicen que améis a Dios.
Decidme, ¿qué religión os dice que améis a Dios y que tengáis una relación con Él?
Cuando hablamos de religión, vemos que la mayoría de las religiones os dicen
que le temáis, que debéis temerle, y cuando le teméis, realmente podéis
inclinaros ante Él y realmente servirlo. ¡No es verdad!
Dios
es esta dicha, esta bola de Amor; ¿Cómo podéis temerle? Podéis abrazar este
Amor y disfrutarlo, pero cuando comenzáis a pensarlo, por supuesto, debido a
vuestra educación, os resulta difícil amar a Dios porque veis toda vuestra
negatividad. El proceso de la mente es así.
Cuando hablamos
de Amor, lo primero que surge dentro de la mente son todas vuestras cualidades
negativas sobre vosotros mismos, y cuando vuestras cualidades negativas surgen
dentro de vosotros, veis vuestra indignidad: “Entonces, ¿cómo puedo ser digno
de algo que es Supremo, algo que está más allá?”. Pero toda la esencia de quiénes
sois es que sois parte de ese Amor de Dios. Esta es vuestra verdadera
naturaleza, lo queráis o no; vuestra Atma en su calidad es esa parcela de esa
Divinidad dentro de vosotros. Entonces, vuestro Ser en sí mismo es parte de ese
Amor. Ya sea que penséis que sois dignos o no, SOIS una entidad de ese Amor.
¿Sabéis?, en el
capítulo 14 del BG al principio, Bhagavan Krishna le dijo a Arjuna, apítulo 14,
verso 1: “Te estoy dando una y otra vez este conocimiento por el que los sabios
alcanzan la perfección y al final de su vida llegan a Mi”.
Mirad, una y
otra vez, Él se repite a Sí Mismo acerca de ese conocimiento de quiénes sois
vosotros. Sois el Atma, sois una entidad de ese Amor Divino. Aquí, cuando Él
dijo acerca de los sabios, Él no está hablando de los viejos con largas barbas.
Él está hablando de aquellos que tienen ese conocimiento de cómo desapegarse de
la realidad finita y apegarse a la realidad infinita, por lo que continuamente
le recuerda eso a Arjuna. Continuamente la vida nos recuerda que somos parte de
esa Divinidad, somos parte de ese Amor y tenemos que hacer todo lo posible para
separarnos del ser limitado y alcanzar el Ser ilimitado.
Mientras penséis
que sois limitados, seréis limitados. Pero cuando hablamos de Amor, el Amor es
infinito, el Amor está más allá de cualquier límite, y esto es lo que sois, y
cuando os identificáis con ese Amor, os convertís en ese Amor mismo. No es que
Krishna haya dicho: “Al final de esta vida, entonces me alcanzarás”. ¡No!
Mirad, cuando analizamos la vida misma, la muerte está sucediendo
constantemente. Una vez fuimos niños. Cuando esa infancia está muerta, tiene
lugar la edad adulta. Cuando la edad adulta desaparece, se produce la vejez.
Cuando la vejez desaparece, llega la muerte. Entonces, hay muerte en cada etapa
de vuestra vida, sabéis. Por ejemplo, para una madre: para que una mujer se
convierta en madre, la muerte de la virginidad debe estar allí. Para que un
soltero pase a grihastha, tiene lugar la muerte del soltero. Así que, en
la vida tenéis muerte en muchas etapas.
No se trata de
que cuándo dejáis este cuerpo sea solo cuando sois dignos de venerar a Dios y
ser dignos de amarlo. Entonces, ¿de qué serviría? Él os ha dado este cuerpo físico
para aprovecharlo al máximo, para construir vuestra relación con Él, y os ha
considerado dignos de eso. Por eso os ha dado ese cuerpo. Pero ¿qué hacéis con
eso? Estáis sentados en vuestra autocompasión y llorando, diciendo: “Oh, no soy
digno de esto, no soy digno de eso”. ¡No!, ¡sois dignos! ¡Os ha hecho dignos! Él
os ha llamado. ¿Cómo podéis no ser dignos? Entonces, cambiad esa percepción de
decir que no sois dignos del Amor de Dios, porque sois completamente dignos de Él.
Por eso Él os lo ha dado, por eso Él os ha llamado.
P:
¿Cómo podemos equilibrar nuestra vida
espiritual con nuestra vida diaria con deberes, porque me parece que si uno
prevalece, la otra parte de nuestra vida sufre un declive?
¿Es esto cierto?
R: No es cierto
en absoluto. Mirad, este es un concepto erróneo que muy a menudo tienen las
personas espirituales. Dicen: “Cuando nos volvemos espirituales, tenemos que
dejar nuestro deber diario y enfocarnos completamente en el camino espiritual”.
Y eso, ¡no es cierto! Cada parte de vuestra vida es espiritual. Cualquier cosa
que hagáis en vuestra vida diaria, con qué actitud lo estáis haciendo, se
convierte en vuestro camino espiritual. Cuando seguís vuestro camino
espiritual, no significa que debéis dejar de trabajar. Tenéis que trabajar,
pero es la actitud con la que estáis cumpliendo con vuestro deber lo que es muy
importante.
En el campo de
batalla, cuando Arjuna estaba llorando y quejándose de que no quería pelear,
Arjuna le dio a Krishna muchas excusas para huir; ¿le dijo el Señor Krishna que
huyera? No, no lo hizo. ¿Qué le dijo? Dijo: “Mira, si te escapas, irás al
infierno”. Esto es muy importante de entender: si uno huye de su deber en la
realidad exterior, de lo que os han dado en el mundo exterior, iréis al
infierno. Así que, aquí Él le está diciendo a Arjuna que si huyes del deber que
la naturaleza te ha proporcionado, sufrirás.
Muy a menudo,
debido a que las personas se vuelven espirituales, dicen: “Oh, mi trabajo no es
bueno”. Encuentran muchas excusas para no hacer el trabajo que han estado
haciendo. Por supuesto, si vuestro trabajo es matar animales y todo eso, por
supuesto, eso es cuestionable. Pero, en realidad, Él no os pide que cambiéis
nada en vuestra vida. Lo que tenéis que hacer es incorporarlo a lo que estáis
haciendo. No se trata de escapar del deber de uno. Se trata de amarlo y
realmente verlo como una gracia de Dios que Él os haya dado la oportunidad de
trabajar en el campo que estéis, para Él. Así que, así no cambiaréis vuestra
rutina diaria. Como Él le dijo a Arjuna: “Si huyes de ese deber, irás al infierno.
Si cumples con ese deber, también irás al infierno”. Pero si ambos significan
ir al infierno, ¿cómo puede ser esto posible?
Luego dijo: “Deja
que tu mente e intelecto estén en Mí”. Así que, donde sea que quiera que estéis,
incorporad lo Divino recitando Su Nombre, pensando en Él.
No os pido que penséis las 24 horas en Él.
Él sabe que no es posible, pero al menos un poco de tiempo. Tenéis tiempo para
cotillear, tenéis tiempo para llamar a vuestro amado, tenéis tiempo para muchas
cosas, pero encontrad unos minutos de vez en cuando para recitar Su Divino
Nombre dentro de vosotros. No necesitáis recitar en voz alta. Pensad en Él,
conectaros con Él, encontrad una excusa, id al baño, sentaros, meditad en Él.
Veréis, encontráis
muchas excusas para hacer muchas cosas en la vida, pero tratad de encontrar
excusas también para incorporar vuestro camino espiritual en vuestra vida
diaria. No hay necesidad de escapar a una cueva. No es un momento para eso y,
también en la antigüedad, no estaba destinado a que todos hicieran eso. Solo
los sabios estaban haciendo eso. Aquellos en ese momento, los sabios con las
largas barbas de los que estoy hablando… sabéis que cuando os sentáis en una
cueva no hay nada para afeitaros cerca vuestro, así que naturalmente, ¡os crecerá
vuestra barba! Así
que, haced de vuestra vida vuestra espiritualidad.
P:
En las escrituras, muchas historias revelan cómo personas con grandes egos se
han convertido en santos o se han liberado después de que su ego ha sido
eliminado o aplastado. Mi pregunta es: ¿qué hacer para las personas que tienen
el problema opuesto, el llamado complejo de inferioridad?. ¿Cuál es su camino recomendado?
Complejo de
inferioridad. Nuevamente, es muy similar a la primera o segunda pregunta que
hicisteis, acerca de ser indigno. Muy a menudo nos juzgamos a nosotros mismos
porque es fácil. Decimos: “Sí, amo a todos”. Sabéis, es fácil amar a todos,
porque cuando decís que amáis a todos, nadie viene y os pregunta; no necesitáis
involucraros realmente, solo decís: “Sí, amo a todos”. Pero cuando llegáis al
momento de amaros a vosotros mismos, percibís todos vuestros defectos. Entonces
os centráis en eso. Decís: “No, no puedo”.
¿Sabéis cuántas
personas que he conocido dicen: "No puedo amarme a mí mismo, pero puedo
amar a los demás"? ¿Cómo podéis amar a otra persona si no lo tenéis para
vosotros mismos? El amor a uno mismo significa aprender a aceptaros a vosotros
mismos como sois, ¿sabéis? Cuando aprendáis a aceptaros, veréis que vuestra
vida misma se convertirá en una aventura. Entonces, esta aceptación significa
aceptar como sois, en primer lugar. No significa que no podéis cambiar. No
significa que no debáis cambiar para mejor, no, no estoy diciendo eso. Lo que
digo es aprender a aceptaros como sois, lo que significa amaros a vosotros
mismos. Con ese complejo de inferioridad, porque os estáis centrando tanto en
el nivel tamásico de vosotros mismos, cuanto más os concentréis en eso, más no
creceréis. Concentraos en algo positivo, cambiad vuestra forma de pensar sobre
vosotros mismos. Eso
os ayudará a elevaros por encima.
Cuando miramos a
todos los sabios, los santos – estabais hablando acerca de los santos y sus
vidas - uno de las santas más bellas de los que contamos la historia, es
Shabari. Shabari era como la hija de jefe de tribu. En el día de su matrimonio,
ella se escapó y se escapó buscando a su gurú. Viajaba a todas partes,
pero nadie la aceptaba porque sabían que era una niña tribal. Se escapó la
noche de su matrimonio solo para evitar el sacrificio de muchas cabras y vacas
y demás por su culpa. Esto era algo tribal que hacían en ese momento. Entonces,
para evitar eso, se escapó. Finalmente, fue a muchos ashrams. Los ashrams no la
tomaban porque estaban asustados de que si la tomaban, sus padres vendrían y
destruirían el ashram, y lucharían y todo.
Finalmente, un
sabio la aceptó, y su vida diaria cambió de tener una vida muy hermosa, a una
vida donde su vida diaria era solamente llevar agua y cuidar del bienestar del
ashram. Nada más. Así que, el tiempo pasó. Entonces llegó el momento de que el gurú
ascendiera, y ella estaba llorando y dijo: “Guruji, lo único que quiero es
servirte a Ti y quiero estar contigo”.
Y Guru Maharaj
lo sabía y le dijo: “No, el propósito de tu vida y el por qué has nacido aquí es
encontrarte con el Señor, servirle. Él vendrá. Él ha encarnado en la Tierra en
la forma del Señor Rama. Él vendrá y te dará Darshan”.
Veréis, así, a
menudo no nos damos cuenta de la grandeza de nacer como un ser humano, especialmente
cuando Dios le ha dado a
uno la gracia de conocer Su Nombre. Shabari no conocía a Rama. Ella solo conocía
el Nombre de Rama. Y eso es lo que estuvo venerando durante toda su vida.
Veneraba solamente el Nombre de Rama. Y todos los días esperaba a que Rama
viniera. Recogía las bayas de los árboles, preparaba las flores y el lugar
donde Rama se sentaría. Simplemente el Nombre de Rama era todo para ella.
Dio la
casualidad de que un día fue a buscar agua al río y, a medida que andaba,
porque se la consideraba de una casta baja, los sabios que estaban cerca se
vieron perturbados por ella porque hacía ruido mientras tomaba el agua del río.
Entonces, uno de los sabios le arrojó una piedra. La piedra golpeó su pierna y
parte de su sangre cayó al río. Cuando la sangre tocó el río, todo el río se
volvió sangriento. Se fue corriendo llorando porque se sentía muy mal.
Entonces, cuando los sabios vieron eso, dijeron: “¡Oh, su sangre contaminada ha
contaminado todo el río!”. Así que, todos los sabios que estaban alrededor se
reunieron y comenzaron a cantar muchos mantras, todas esas cosas, para
purificar el agua. No
pasó nada.
Finalmente, como Rama
estaba en el bosque, en el exilio, escucharon acerca de Rama y dijeron:
"El Señor Rama es Purushottama, Él es el Señor Supremo Mismo que ha
encarnado". Fueron y le pidieron: "Por favor, agracia el lugar y
purifica el río". Entonces, Rama vino con Lakshmana. Cuando Rama y
Lakshmana llegaron, le pidieron a Rama: "Por favor, pon Tus Pies Divinos
de Loto en el agua".
Rama dijo:
"Está bien, está bien". Se metió en el agua. No pasó nada. Entonces,
Rama dijo: "¿Qué debo hacer?”.
Dijeron: “¿Quizás
deberías darte un chapuzón en el agua?”.
Él dijo: “Mis
pies no han cambiado esa agua, ¿creéis que al darme un chapuzón cambiará algo?”.
Dijeron: “¡Por
favor, por favor, por favor!”.
Entonces, Rama
se dio un chapuzón en el agua, y no pasó nada.
Eran muy
insistentes, estos sabios. Le preguntaron a Rama: “Por favor, ¿puedes hacer gárgaras
con agua en la boca y escupirla nuevamente al agua? Tal vez eso cambie el agua
del río”.
Lakshman se
opuso a esa idea y dijo: "¿Cómo puedes decirle eso a mi hermano?".
Pero Rama dijo: “Está
bien, cumplamos sus deseos. Ya sabes, son sabios, ya sabes, cumplamos sus
deseos”. Entonces, Rama tomó un poco de agua, hizo gárgaras, la escupió en el río,
y no pasó nada.
Le preguntaron:
"¿Qué hay que hacer?". Estaban preocupados. Luego le contaron a Rama
la historia.
Cuando Rama
escuchó hablar de Shabari, veréis, esa conexión entre el amado Señor y el
amado, el amante y el amado, es única. Ese anhelo, que Shabari tenía durante
todos estos años desde que era joven hasta ahora como una anciana, ese anhelo
por Rama no había cambiado. Bhagavan, cuando escuchó este nombre de Shabari, se
llenó de bhav y saltó alrededor y dijo: “¡Por favor, traedme a Shabari!”.
Dijeron: “¿Cómo
podemos llevarte a la casa de esta dama inferior? Ella es de una casta muy
baja, muy... ya sabes, anciana, mala, ¿cómo vamos a traértela?
Él dijo: “¡No!, ¡necesito
verla!”.
Entonces,
dijeron: “Está bien”. Llamaron a Shabari y le enviaron un mensaje. Entonces,
cuando Shabari escuchó que su amado Señor estaba cerca, corrió como una loca
hacia su amado Señor. Mientras corría, un poco de polvo de sus pies cayó al
agua. En el momento en que el polvo tocó el agua, todo el río se purificó.
Es muy
importante ver esto. Ella se había considerado indigna, pero Bhagavan nunca la
había considerado indigna. Vosotros os consideráis inferiores, pero Dios os ha
dado este cuerpo físico, Él os ha convertido en devotos, Él os ha dado Su
Nombre Divino porque Él os considera importantes a Sus ojos.
Cuando Shabari
llegó al Señor Rama, se tiró a los Pies de Rama y Rama estaba encantadísimo de
ver a Shabari.
Los sabios no
podían entender lo que había pasado, ¿cómo es que el polvo de los pies de
Shabari había purificado todo el río cuando el mantra y su conocimiento y su
supuesta devoción no podían? ¡Incluso el mismo Señor Rama no había podido!
Entonces, le preguntaron al Señor Rama qué había pasado. El Señor Rama explicó que
cuando golpearon a Shabari, la
sangre que había caído al agua no era la sangre de Shabari. En realidad era la
sangre de Su corazón y el polvo de tal devota había purificado esa sangre. Rama
no pudo purificarlo Él Mismo. Pero el simple polvo de esta devota misma lo había
purificado.
Así que, Dios ha
visto algo más profundo dentro de vosotros. Dejad que vuestra mente se absorba
en esa parcela de divinidad que está dentro de vosotros, esa dignidad de Su
Amor dentro de vosotros. Si os consideráis inferiores o superiores, no importa.
Lo más importante es que vuestra mente esté absorta en Su Nombre Divino.
¡Jai Gurudev a todos!
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