El sábado pasado, en Shree Peetha Nilaya, Sri Swami Vishwananda dio un Darshan individual a más de 600 personas. Una vez más pudimos experimentar cómo El Señor se da a Sí Mismo, por Su Amor y compasión a la humanidad, derramando Sus bendiciones sobre todos los que llegan ante Su presencia física, en la forma de un Satgurú como Sri Swami Vishwananda.
Mientras Sri Swami Vishwananda estaba dando Darshan, unos devotos tuvieron la oportunidad de hablar sobre sus experiencias con él. En esta publicación, se presentan dos experiencias compartidas por Suresh, un devoto alemán, sobre la omnisciencia de Swamiji. A lo largo de los años, cientos de personas han experimentado la omnisciencia y la omnipresencia de Swamiji y algunas de estas experiencias están publicadas en un libro de BM: “Blossoming of de heart” (El florecer del corazón, para más información, véase más adelante)
Testimonio
”Mi nombre es Suresh. Soy de Kiel, al norte de Alemania. Estoy en el camino espiritual desde hace casi 50 años y antes de conocer a Sri Swami Vishwananda tuve otros seis gurús. Cuando tenía 20 años, quería tener un sólo Dios, un sólo Gurú y una sola mujer, pero a veces la vida no es tan fácil. He tenido más de una mujer; he tenido algunos gurús y nunca quería dejarlos. La relación con mi último gurú duró 25 años y solía ir a la India cada año. Sin embargo, si el Satgurú está llamando a tu alma, no puedes evitar venir a él y estoy muy feliz de haberlo encontrado en esta vida.
Durante los primeros veinte años de mi camino espiritual, sólo quería iluminarme. Los siguientes diez años sólo quería vivir muy intensamente y, desde que conocí a Sri Swami Vishwananda sólo quiero amar. Creo que es bastante, porque en mi experiencia, él nos da todo lo que necesitamos. Hoy, me gustaría compartir con vosotros dos experiencias que tuve con Swamiji.
La primera es acerca de mi difunta madre. Vosotros sabéis que cuando los padres enferman y mueren, no es un momento fácil. Desde 2004 hasta 2006, mi madre estuvo muy enferma y tengo que decir que fue una situación muy difícil y pesada para mí. Una vez hablé con Swami sobre mi madre y le pedí que rezara por ella. Una semana más tarde, vino a mí diciendo: “Ella es un alma preciosa, pero está profundamente deprimida”. Y esa era realmente la situación: estaba deprimida. Así que un año más tarde murió. Fue el 5 de Enero de 2006. Y ahora me gustaría aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a Swami, porque al día siguiente de su muerte, el 6 de Enero, recibí el único correo electrónico que he recibido hasta el momento de nuestro Swamiji. Espero recibir alguno más en el futuro. (La audiencia se ríe)
La primera es acerca de mi difunta madre. Vosotros sabéis que cuando los padres enferman y mueren, no es un momento fácil. Desde 2004 hasta 2006, mi madre estuvo muy enferma y tengo que decir que fue una situación muy difícil y pesada para mí. Una vez hablé con Swami sobre mi madre y le pedí que rezara por ella. Una semana más tarde, vino a mí diciendo: “Ella es un alma preciosa, pero está profundamente deprimida”. Y esa era realmente la situación: estaba deprimida. Así que un año más tarde murió. Fue el 5 de Enero de 2006. Y ahora me gustaría aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a Swami, porque al día siguiente de su muerte, el 6 de Enero, recibí el único correo electrónico que he recibido hasta el momento de nuestro Swamiji. Espero recibir alguno más en el futuro. (La audiencia se ríe)
Él me escribió en ese correo electrónico: “Mi querido Rolf, yo estaba allí cuando tu madre murió. Ella está bien ahora”. Fue increíble recibir tal correo electrónico; significó todo para mí y fue un gran consuelo. Yo estaba muy feliz de que él también estuviera cuidando de ella. Por lo tanto, hay dos mensajes importantes en esta historia. Un mensaje es que no hay muerte. Y el otro es que el Maestro, el Satgurú está realmente allí, no sólo para vosotros, sino también para vuestros padres, llevándoles a los mundos superiores o donde sea que tengan que ir.
La otra experiencia ocurrió hace años, cuando estaba con Swamiji en Mauricio. Una vez tuve que hacer un abishekam y Swamiji estaba ausente. Como vosotros sabéis, si no eres muy profesional en este tipo de cosas, tienes que mirar el papel para revisar los pasos que tienes que hacer y los mantras que hay que cantar en cada paso. Hubo un momento en que hice lo correcto, pero canté el mantra equivocado; cuando derramé la leche sobre la estatua canté el mantra para ofrecer el yogur y cuando derramé el yogur sobre la estatua canté el mantra para ofrecer la leche. Entonces, me di cuenta: “Oh ¡esto no era así! ¿Qué puedo hacer ahora? ¿Debería continuar? ¿O debería empezar desde el principio?”. Finalmente, decidí seguir con el abishekam diciéndome a mí mismo: “Vamos, no es tan grave. Tal vez estos dioses no son tan omniscientes así que no se enfadarán conmigo”.
La otra experiencia ocurrió hace años, cuando estaba con Swamiji en Mauricio. Una vez tuve que hacer un abishekam y Swamiji estaba ausente. Como vosotros sabéis, si no eres muy profesional en este tipo de cosas, tienes que mirar el papel para revisar los pasos que tienes que hacer y los mantras que hay que cantar en cada paso. Hubo un momento en que hice lo correcto, pero canté el mantra equivocado; cuando derramé la leche sobre la estatua canté el mantra para ofrecer el yogur y cuando derramé el yogur sobre la estatua canté el mantra para ofrecer la leche. Entonces, me di cuenta: “Oh ¡esto no era así! ¿Qué puedo hacer ahora? ¿Debería continuar? ¿O debería empezar desde el principio?”. Finalmente, decidí seguir con el abishekam diciéndome a mí mismo: “Vamos, no es tan grave. Tal vez estos dioses no son tan omniscientes así que no se enfadarán conmigo”.
Cuando terminé de realizar el abishekam fui a la cocina para limpiar los utensilios de la puja y me sentía muy contento, bastante orgulloso porque todo había ido muy bien, sólo había habido aquel error. De repente, Swamiji entró en la cocina y me dijo: “¡Hola Rolf!”, luego me dio un golpecito en el hombro y me dijo señalando los envases de leche y yogur: “¡Oh Rolf, mira! ¡Esto es leche y esto es yogur. Esto no es leche y esto no es yogur!” (La audiencia se ríe), “¿lo entiendes? ¡Hasta luego!”, y entonces se marchó.
He experimentado muy a menudo la omnisciencia y omnipresencia de Swamiji y esto es tan increíble. Creo que sólo un Satgurú puede dar este tipo de experiencias. Espero que mucha, mucha gente venga a Swamiji en un futuro próximo, para que también puedan tener la oportunidad de tener todas estas bellas experiencias y encontrar el Amor que tenemos en nuestros corazones. Estoy muy contento con mi vida y estoy seguro de que también vosotros estáis muy contentos con vuestra vida. Todos estamos contentos con Sri Swami Vishwananda. ¡Gracias Swamiji por estas experiencias! ¡Gracias!”
En
“Blossoming
of the heart”
(“El
florecer
del corazón”),
parientes, amigos, devotos y discípulos de diferentes países y de
diferentes antecedentes culturales comparten sus experiencias muy
personales con Sri Swami Vishwananda.
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