#1 | Visita a Pune, Alandi y Dehu
Siguiendo al Maestro | Maharashtra Aventura 2020
En el primer día
de la peregrinación en Maharashtra, Guruji llevó a todos los devotos al lugar
de la bendita Sindhutai Sapkal. Llamada "Mai" cariñosamente por sus
hijos, es conocida en India como "la Madre de los Huérfanos". Guruji
estaba muy ansioso por conocerla.
Nacida en un
pueblo pobre de Maharashtra, en lugar de ir a la escuela, Sindhutai tuvo que
cuidar de los búfalos. A los 9 años, se casó con un hombre de 30 años y a la
edad de 19 años, tenía tres hijos y estaba embarazada nuevamente. Un hombre
estaba explotando a la gente de la aldea, obligando a las mujeres a trabajar
muy duro pero sin pagarles casi nada, así que Sindhutai se lo dijo a la policía,
que le obligó al tipo abandonar su cruel negocio. Estaba tan enojado con ella
que le dijo una mentira a su esposo diciéndole que ella tenía relaciones con
muchos hombres y que el niño en su vientre era en realidad suyo. Le dijo a su
esposo: “Si no la matas, te mataré yo”. Así que el esposo le dio patadas en el
estómago repetidamente para matarla a ella y al feto. Cuando se desmayó por el
dolor, su esposo pensó que había muerto y la arrastró a un cobertizo de vacas
para que la gente pensara que las vacas la habían pisoteado hasta su muerte.
Cuando recuperó la consciencia, vio una vaca de pie justo encima de ella para
protegerla de ser pisoteada. Dio a luz a una niña debajo de esta vaca. Cuando
recuperó la fuerza suficiente, abrazó a la vaca y le prometió: "Al igual
que tú me has protegido, protegeré a otras personas en gran necesidad".
A pesar de todas
las dificultades que sufrió Sindhutai en su vida, decidió dedicarla a dar
refugio a cualquiera que lo necesitara y tratar a todos como su hijo: ya fuera
un huérfano, una vaca o un perro, e incluso su ex esposo. Fue profundamente
conmovedor e inspirador ver a una persona que ha pasado por tanto sufrimiento
en la vida y, sin embargo, ha encontrado tanta fuerza dentro de su corazón para
seguir siendo compasiva con los demás, independientemente de las
circunstancias. Ella nos dijo: “Mi vida ha sido un camino con muchas espinas.
Pero me hice amigo de esas espinas y mi vida se volvió hermosa y pude darle
belleza a tanta gente''.
Conocer a
Sindhutai fue una gran inspiración para todos los peregrinos. Después de que
compartiese con nosotros algunas de las historias de su vida, Guruji alentó a
todas las personas a aceptar también una bendición de ella.
Después de una visita al orfanato de
Sindhutai, todo el grupo fue a Alandi, lugar de nacimiento del gran santo
Dnyaneshwar, donde se encuentra Su sanjivan samadhi. San Dnyaneshwar no era un
santo ordinario. Se cree que Él fue una encarnación del Señor Narayana Mismo,
mientras que Sus dos hermanos, Nivritti Nath y Sopan Dev, fueron encarnaciones
del Señor Shiva y el Señor Brahma, respectivamente, y su hermana menor,
Muktabai, fue una encarnación de Maha Shakti. A lo largo de su vida, realizó muchos
milagros y tocó los corazones de muchas personas, alentando a todos a cantar el
Nombre de Dios y llevando el mensaje del Srimad Bhagavad Gita en marathi, el
idioma local, a personas simples y sin educación. Al final de su vida, cuando
su misión se completó a la temprana edad de 21 años, tomó sanjivan samadhi. Su
cuerpo todavía está intacto en la cueva debajo del templo.
Por la noche, Guruji fue con el grupo a
Dehu, un lugar donde vivió otro gran santo, Tukaram, y donde compuso sus poemas
devocionales, rezó a Dios y, finalmente, fue llevado por Garuda a Vaikuntha al
final de su vida. Todos recibieron un darshan de las deidades automanifestadas
que veneraba Tukaram, y el día terminó con la visita del árbol sagrado, en el
que Garuda aterrizó para llevar a Tukaram de regreso a la morada celestial.
Guruji nos explicó que todos los años, el mismo día y en el mismo momento que
tuvo lugar el samadhi de Tukaram, el árbol todavía tiembla de la misma manera
que estaba temblando cuando Garuda aterrizó para llevar a Tukaram de regreso a
Dios.
¡Estad atentos para más publicaciones a
medida que "seguimos al Maestro" en una aventura a lo Divino!
¡Jai Gurudev!
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