Sentados en el regazo de la Madre Divina
Cierra tus ojos e imagínate sentado en el regazo de la Madre Divina. Mírate como un pequeño niño sentado en Su regazo. Disfruta estando en Su regazo. Siente Su amor maternal, Su protección. Siente que no tienes que pensar o que no tienes que preocuparte de nada. Tú eres un niño y eres Su hijo - ¿de qué se preocupa un niño? Relájate y sé.
Ahora habla con Ella, habla con tu Madre. HáblaLe de la misma forma que hablas con todos. Pregúntale lo que quieras. MíraLa y escucha mientras te responde.
Entonces, cuando hayas probado la dulzura de la Madre Divina, sabrás que Ella está siempre contigo. Siempre dispuesta a ayudarte, siempre dispuesta a satisfacer todos tus deseos.
No seas tímido a la hora de pedir. Porque Ella es la única que da. Ella es abundancia; Ella puede dar más de lo que puedes imaginar. Así que toma de la Fuente Inagotable.
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